
No la mires a la cara si no quieres, eso no tiene por qué decir de ti que eres un insensible, un hipócrita, un degenerado. No tienes que abrir ningún debate interno acerca de si la amas o si la quieres, si la deseas o la utilizas. No es tan complicado, no es tan complicado, repítelo, otra vez, y ahora folla, sólo folla y deja que el olor de su ingle te indique el camino de la razón. Sí, ella me lo agradecerá, estoy seguro, otros por amor le habrán hecho más daño, le harán más daño. Meter y sacar, entrar y salir, a la cara no, a la cara no, ¿quieres mirarla?, pues hinca tu polla y tu visión en su culo abierto de par en par y no hagas caso a los ruidos, el sonido siempre engaña. Ella sí te mira a la cara, ¿y qué?, ¿te preocupa eso?, quizá ella...