sábado, 19 de septiembre de 2009

Predicciones

Somos capaces de elegir?, o adivinamos lo elegido?, o simplemente te ha elegido a ti la elección?.
Estoy segura que la mano que te apunta ya lo tiene todo escrito de tu futuro, y nos partimos el alma imaginando un mundo ¿perfecto?...
Vivir que difícil elección, y a la vez que maravilloso que te hayan elegido a ti para vivir.
Me gustaría contarte al oido todo lo que he elegido pero, ¿tu me has elegido a mi?

Autor: Inma Vinuesa

I´m yours

Una vez más, sobre el pegajoso sillón de piel, hacía equilibrio para no resbalar. Las palabras argentinas de aquella mujer de horteras gafas de pasta, pararrayos de las miradas que caían sobre sus grandes tetas bailonas, se mezclaban con el “I´m yours” ,que bajaba por el patio del edificio, para colarse entre las persianas y bañar la consulta, semejante a una sala del Louvre. Durante meses su mente sufrió el retorcimiento psicológico que prometía escupir unas pocas gotas enclaustradas desde hacía treinta y tantos años. Una inmensa cruz de granito paleozoico asfixiaba su garganta de la cual solo salía un hilito de pequeñas palabras en forma de papilla. Día a día fue perdiendo la fé. Aburrido, tarareaba la canción, mentalmente, en medio de los monótonos discursos de la doctora, sin dejar de mirar las zapatillas de cuero que se balanceaban en el extremo de aquellas piernas, enfundadas en unos pantalones amarillos de pata ancha. Arrepentido de perder su tiempo no tenía grandes esperanzas, a lo sumo ver levantarse a la bonaerense para contemplar su inmenso culo respingón.
-Evidentemente, la sobreprotección de su mamá y sus valores tradicionales y religiosos han condicionado el desarrollo de su personalidad y su carácter. Eso es lo que dificulta su capacidad de expresión.
-Si usted lo dice…
-Hoy vamos a hacer la sesión resolutiva de este problema. Déme la mano, cierre los ojos y concéntrese. Ahora, piense que yo soy su mamá, y que yo soy la culpable de su situación. Intente soltar mi mano mientras yo lo sujeto fuertemente. Cuando se suelte, es decir, cuando vos se libere, tendrá su propia voz y sus propias palabras. Ya no dirá más “pis” sino mear, cagar en vez de “hacer caca” y polla en vez de “pesetilla”.
El hombre enrojecido y sudoroso hacía un gran esfuerzo por abrir los ojos, sin desprenderse de su nueva mamá.
-Cuando cuente tres, vos se soltará de mí y me insultará de la forma más grotesca que pueda ¿Entendés?
-Sí, creo que sí… -titubeaba.
-Uno, dos y … tres.
-¡Me defeco en todos tus antepasadoss! –El grito inundó la habitación como un destello, ahogando la voz de Jordan Mraz. Los ojos del paciente parecían salirse de sus orbitas y una enorme sonrisa se abrió, pero pronto se analizó la frase buscando palabras de independencia y libertad y todo se volvió sombrío como la derrota, inútil y acabado. Un silencio en forma de sábana que cubre el cuerpo sin alma sepultó el trabajo de tantos meses. La respiración agitada se volvió cada vez más débil hasta convertirse en un suspiro y las manos restregaban las frentes decepcionadas.
-Bueno… vos no se preocupe. Esto es solo un pequeño tropiezo.
-No, lo siento, esto no funciona. Ha sido una pérdida de tiempo –Dijo el hombre trajeado mientras recogía su chaqueta y se ajustaba la corbata con un deseo inmenso de salir corriendo de allí, mientras volvía a escucharse “I´m yours”.
En medio del silencio abríó la cartera:
-¿Cuánto son sus honorarios?
- Bueno…, pues mil doscientos euros.
-¡Mil doscientos euros! ¡Hija de la gran puta! ¡Mil doscientos euros! –repetía sin parar- ¡Me cago en tu puta madre! –Fuera de sí, le tiró a la cara algunos billetes antes de despedirse -¡Vete a la mierda! –Y desapareció tras un portazo.

Hijoputa


El Sonrisita es gordo, así que le pego con ganas un palmo por encima del ombligo, en el plexo solar, y cae de rodillas a plomo. Al pie de la farola, en la mitad del puente, tose y brilla como un pez globo fuera del agua, pero el hijoputa no deja de sonreír. ¿De qué coño se ríe este cabrón siempre que nos cruzamos? Una patada en la cara y lo tumbo. Siento las llaves moverse, las saco y las coloco entre los nudillos; es jodido ejercer de boxeador sin guantes con unas manos tan pequeñas. Sonríe pedazo de mierda, sonríe... empiezo. Sangre hasta medio antebrazo y un grito y un llamen a la policía. De noche siempre hay cotillas tras las ventanas. Gente aburrida que espera encontrar algo atractivo fuera, en la oscuridad, mientras dentro la fealdad manda. Corro con el puño apretado hasta la puerta de mi casa. Entre los dedos pegamento y temblores. Me cuesta abrir...
Ahora estoy duchado. Mis manos limpias y mi pulso listo. Sentado en el sillón huevo de ikea busco en google Hardcore y Facefacking. Hoy la paja de siete minutos trae extra de placer. La rubia se lo traga todo y El Sonrisita sonríe sin dientes. Puede que hasta me ponga a escribir.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Besos asépticos

Los poemas, los putos poemas que te hicieron acercarte.

Tápame con las marcas de amor
que dejé en tu cuerpo.
Vistámonos con ellas y salgamos
a la calle para lucirlas.
Antes de que se borren
o no sepa distinguir de entre todas,
cuáles fueron mías.

Los restantes trescientos versos que nos separaron despidiéndonos en alcohol y besos.
Los besos sucios.
¿Quién quiere besos asépticos? Tú no. Ni yo.

Me secaría, me marchitaría, pero mataría...



Si de mi lado te arrebata la muerte, me vestiré de negro y mi vida se apagará guardándote luto. Pero si de mi lado te separa una zorra, me vestiré de guerrera, sacaré mis armas y en la reconquista moriré y mataré. No sabría que elegir. En ambos casos moriría.


jueves, 17 de septiembre de 2009

¿Premio merecido?


Este año el Premio Nacional de Ilustración se lo han concedido a Miguel Calatayud, un premio un tanto "oficial" que concede el Ministerio de Cultura. 
Calatayud es un alicantino que ha cultivado la literatura infantil, el diseño y el cómic. Un veterano ilustrador nacido el año 1942.

En estos momentos, La Esfera Cultural trata de ilustrar sus textos más relevantes, para editar el primer número impreso y para ello está contactando con diferentes ilustradores, anto nacionales, como internacionales, los cuales han acogido de forma entusiasta la idea de colaborar en este proyecto. Esperamos aglutinar ilustraciones y textos de líneas tan distantes y diferentes como "un leopardo y una tortuga" por poner un ejemplo, siendo ambos animales.
¿Me pregunto si este premio es merecido?
¿Qué opinan los ilustradores noveles y aquellos que colaboran en La Esfera sobre este premio? ¿Es merecido?

  1. Entrevista a Miguel Calatayud
  2. Su mundo al revés
  3. Crítica de la obra de Miguel Calatayud
  4. Ilustraciones en La Esfera Cultural

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Demasiado

Beautiful Rafaela, Tamara Lempicka (1927)


Me hubiera gustado ser colibrí
que revolotea grácil
y se posa en tu rama
haciéndola florecer.
O leve pluma bailarina
maestra en brisas de menta
que te hicieran olvidar la Madonna
de aquella Navidad solitaria.
O cuerpo menudo,
contorsionista circense
con la que cualquier postura
es posible sobre la hoja de un libro.
En cambio, soy guerrera azabache
dispuesta a luchar en un campo de batalla
sembrado de agujeros sin eco,
sin humo y con sangre.
Femineidad contundente,
voluptuosas esferas
que se mueven en desorden
exigiendo su espacio
reivindicando su gravedad.
Demasiado peso
para la travesía de este desierto.
Lo sé.

Paredes

Soy la de los tubos.
Tiene cinco personas delante de usted.
Le repito que soy la de los quince tubos de sangría.
No me pienso sentar.
Llamen a seguridad.
Seguro que los seguratas de este manicomio saben cómo ensuciarlo
todo con mi sangre.

martes, 15 de septiembre de 2009

Una soldado raza


Una mujer me sacó de la cama… nunca lo hubiera pensado. Una guerrillera que venía a librar una batalla complicada. Una soldado raza, que por encima de generales uniformados, aparecía a presentar batalla con su trabajo, a cuerpo descubierto y con una única arma: su sonrisa y voluntad.

Una soldado sin galones, que trataba de solucionar los errores de los generales y capitanes creídos y con galones inmerecidos. Una luchadora silenciosa, que sin saberlo me ha levantado. 
Gracias Inma.
                     

Morir en septiembre: los cuerpos celestiales

Alimentar a los buitres con los cuerpos de los fallecidos.
Hace tiempo que leí este libro. Creo que fue en Bruselas.
Lo debí comprar en el aeropuerto.
Morir en otoño es hacerlo con todas las de la ley
¿Pero qué significa morir en septiembre siendo aún verano?
Acabo de escribir una atrocidad.
Porque en ella han faltado dos veranos y tres otoños.
No me he lavado el pelo porque esperé a que tú lo hicieras por mí en esta tarde de funeral.

lunes, 14 de septiembre de 2009

El roce de tu piel



No tienes ni puta idea de lo que hubiera pasado si tus pies hubieran decidido dar un paso más, sólo unos centímetros. No lo sabes, nos paró la cobardía: a ti, por no avanzar, a mí, por permanecer quieta. Me llegaron las caricias de tu parpadeo y el aleteo ansioso de tu respiración. Sólo un paso más y hubiera caído, hubiera quemado mis naves por arder en tus brazos, por perder mi escaso sentido común, por extraviar los papeles que nunca compulsé, por sentir tu aliento en el cielo del paladar. No tienes piedad, ni capacidad de prever la taquicardia que ciertas palabras tuyas producen en mi, no, no tienes piedad. He llegado a pensar que disfrutas haciéndome sufrir, que te deleitas en cada suspiro que me arrancas, que te relames en cada grado que me haces sudar, que te has apostado con el diablo del deseo a ver quién aguanta más, a ver quién sucumbe primero ante las imágenes sicalípticas de íncubos y súcubos, a ver.



Y creo que voy a perder, a perderlo todo, porque ya no me importa, porque ya me da igual, porque sólo tengo pesadillas por saber qué se siente al roce de tu piel.




Los grandes ARTISTAS siempren mueren jóvenes


 


Francesca Woodman se precipitó al vacío por la ventana de su loft de Manhattan. Tan solo contaba con 22 años. Ese mismo día nació la leyenda de una artista. Era el 19 de enero de 1981. No existía PhotoShop, ni filtros específicos para trucar las fotografías.

Con un marcado carácter autobiográfico, las fotos de Francesca Woodman la muestran en escenarios melancólicos, habitaciones en la que la artista retrata la soledad, el olvido y el paso del tiempo. Realizó sus primeros trabajos con 13 años.

Septiembre delincuente

El verano se desdibuja exangüe. Los locos regresan a sus manicomios y los delicuentes a sus celdas. Ni unos ni otros saben con quienes se han cruzado, locos o delicuentes como ellos.

Más peligrosos pero reinsertados. Más solos quizás pero con la posibilidad tácita de compañías no recomendables.

La gran hipocresía que se acentúa en las noches regadas con alcohol y humo y centelleantes desilusiones vagas como apostarse en una barra y dejar el extremo libre al que vendrá. Como responder sin ganas inclinando el cuerpo para ti o echándolo hacia atrás hasta perder el instinto espacial y caer de cráneo. El taburete es demasiado alto y la caída mil centímetros fuera de ningún orden.

Desconozco si tú eres uno de esos tarados porque desapareciste con ellos. Si me hubieras dado la dirección iría a verte. Quizás te hayan ocultado en una construcción rodeada de pinos y arizónicas. O vivas cerca de las vías y hagas pintadas cada noche en las paredes de los vagones de mercancías donde el óxido puede a la opacidad del polvo. Puedes contarme que fue un error de diagnóstico o que el juicio popular fue declarad0 incompetente. Puedes contarme todas las mentiras porque me obligué a creerlas y ya la sinrazón es la razón más poderosa.

Quizás puedas escapar y organizar un encuentro fugaz y clandestino. Después regresaremos a nuestro encierro. Tú por enfermo y yo en condición de amante del enfermo. Al fin y al cabo nos merecemos la intromisión en las conductas fáciles. Cada nuevo contacto nos acercará inevitablemente sin la obligación de dar marcha atrás. La tendencia es otra. No nos echaremos de menos porque sabemos que la conducción entre tú y yo se requiere y transmite en cada nueva piel. Es la querencia de los animales que intuyen la tierra de santos.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Consuelo

“Tuve que salir de allí”, me repetía insistentemente, como intentado justificarme, mientras, sudoroso, me aflojaba la corbata de aquel traje negro. “Ella me perdonará, lo sé, ella lo entenderá”. Como un autómata, con los ojos enrojecidos, mi mirada se perdía entre calles, persiguiendo las escasas sombras que se colgaban de algunas paredes sin apenas querer tocar el suelo. A esa hora de la tarde los sádicos rayos de sol se colaban por el cuerpo, como perforándolo, hasta llegar al estómago, recalentando todo el café que había tomado durante la noche. La acidez se mezclaba con el cansancio, la rabia y la pena, era como un barrizal que no dejaba fluir las ideas empantanadas. No sé cuanto tiempo pasó, ni cuantas calles vacías recorrí hasta que fuí tropezando con otros, que me empujaban hacia dentro. Ahora, recuerdo sus lágrimas temblorosas, uniéndose al agua que salía por su nariz para empapar sus labios asustados. Cuando me vio, dio unos pasos vacilantes hasta agarrarme, como cuando los niños aprenden a caminar, y me lo dijo, a bocajarro, entre sollozos. Y ahora, tres meses más tarde, estoy aquí, sentado entre tanta gente, que no conozco, ni ellos a mí, mirando a un mismo sitio, a um mismo hombre, apretando los dientes, cerrando los puños, afilando nuestras miradas, aguantando la respiración, levantándonos sigilosamente y … ¡Goooooooool!
Gritamos, lloramos y nos abrazamos mientras oigo los golpes de martillo sobre la lápida.

No lo puedo evitar

Miguel conduce con una sola mano el coche de su padre que es largo y espabilado como él, la otra mano la lleva sobre la palanca de marchas y las va poniendo al son de la salsa:

"...quítate tú pa´ ponerme yo, quítate tú..."

Detrás en el coche los demás tatareamos la canción en bajito siguiendo su ritmo con la cabeza. No sé por qué me atrae es un hortera.  Ahora su cuello se mueve como un telescopio y quiero tocarlo. Me mira por el rabillo del ojo ¡qué vértigo! La cinta del casette se acaba, le da la vuelta, y suena la canción de moda que nos hace poner a todos en alerta para seguirla:

" ...Pedro Navaja las manos siempre dentro el gabán, mira y sonríe y el diente de oro vuelve a brillar..."


Bajo el influjo de la marihuana miramos al pinar que está resplandeciente con su verde. Ya cantamos a toda voz y al unísono, y cuando pasamos muchas curvas y vueltas de casette, le pregunto:

- Oye Miguel, ¿sólo escuchas salsa?
- Sí, ¿por qué? - Me dice con una sonrisa blanca mientras me pica el ojo. Y yo... no lo puedo evitar.
                                                                                                                         
 Texto: Dácil Martín

Vamos a contar...


Cuarenta y seis y las tetas pequeñas y redondas brillando en la camisilla negra.
-Me llamo Lola.
-Encantado, yo me llamo J.

Todo natural. Vino y cerveza. Mis huevos hinchándose y su sonrisa directa, sin miedo. Minifalda vaquera, divorcio y una hija de dieciséis. Más alcohol.
-¿Importa mi edad?
-No, sólo era por saber...

Dientes en ámbar y maquillaje de doble capa. Mechas y mechones.
-¿A qué te dedicas?
-Actor porno.
-No jodas.
-Sí.

Postre, licores y palabrería. Nubes. Algunos se marchan y se enfría el café.
-¿Y tú?
-Traductora.
-¿De qué?
-De griego y francés.

Freight train


Os propongo algo: escribir textos inspirados en canciones, dar otra vuelta de tuerca a lo que se dice, lo que se adivina tras las líneas de la música que nos pega fuerte. O lo que imaginamos a partir de ella aunque no tenga mucho que ver. Todo vale.


Cuando no hay esperanza, cuando ya lo das todo por perdido, ves una pequeña luz al fondo, apenas un destello que te hace incorporarte, apretar los puños y volver a empezar.
Pero esa luz que brilla al fin del túnel son los focos de un tren de mercancías que avanza hacia ti.
Una y otra vez, una y otra vez. Se repite la canción, se repite la historia.
Cuando crees que tendrás un respiro, el mundo cae sobre ti. A veces con fanfarrias de desastre, otras con la mejor sonrisa de la tormenta que está por estallar.
Tal vez, lo mejor sería sentarse en las vías, esperar que el tren llegue. Tal vez la luz de sus faros ilumine el mejor de los finales.

Texto: Ana Joyanes


Inspirado en No leaf clover, de Metallica:

Then it comes to be that the soothing light at the end of your tunnel
is just a freight train coming your way

Podéis echar un vistazo a la versión S&M en:
http://www.youtube.com/watch?v=ZlhmigaacJc

 
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