
Como consecuencia de la crisis, a Felipe le dio por comerse las uñas compulsivamente. Circunstancia que suele ser bastante habitual en muchas personas y que según su médico, era solo consecuencia de un estado de ansiedad, en este caso relacionado con los tiempos apretados y las dificultades económicas por las que pasaba. Felipe trataba de ocultar sus penurias manteniendo su nivel de vida y apariencia tras perder hacía meses su trabajo. Su engaño se hizo insostenible y acabó ingresado y con secuelas no recuperables. Secuelas físicas y psicológicas. Sin poder determinar cual de ellas era más grave.Parecía que Felipe se comía las uñas por los nervios diagnosticados, pero no era así. Empezó a mordérselas hasta convertir los dedos en una especie...