La luz de los candelabros apenas roza tu cuerpo, silueta apetitosa.Como un caníbal famélico repto hacia ti.Y no sé qué elegir, si seguir el orden académico del menú o dejarme guiar por tus sugerencias de chef procaz.El dulce regusto que no oculta el paté de salmón al licor de mosqueta me invita a persistir en la firmeza de tu pecho, rugoso pezón bajo mi lengua.Pero tu dedo, picante y aromático de chutney de pimientos verdes, se interpone y se apodera de mi boca hambrienta y me obliga a seguirlo en su rastro oriental hacia el pocillo de jalea al Malbec que me aguarda en tu ombligo.Postre adelantado, promesa de sabrosas ambrosías, sorbo en las profundidades cálidas, apuro el licor y muerdo el promontorio elástico de tu vientre, que se tensa entre...