sábado, 7 de marzo de 2009

El Extraño Caso de la Nominación a 13 Oscar

El Extraño Caso de Benjamin ButtonA esta altura del cine con las miles de películas rodadas y millones de guiones escritos, no entiendo como se puede rodar una película con la repetida escena de la típica pareja que vive su amor en un colchón en medio de un piso casi vacío y que empieza a pintar las paredes y terminan jugando y corriendo uno tras otro con las brochas, ¿Cuántas veces han visto esa escena? O el típico atardecer… Si deciden ver esta película vayan descansados, tendrán que soportar casi 15 minutos de introducción de voz en off, que nos acompaña a lo largo de todo el film y que los verdaderos expertos en cine detestan. El cine es cine (arte de lo visual) y para que nos narren una película, leemos la novela, que siempre resulta más estimulante. Lo único que salva el film es los...

El Extraño Caso de la Nominación a 13 Oscar

El Extraño Caso de Benjamin ButtonA esta altura del cine con las miles de películas rodadas y millones de guiones escritos, no entiendo como se puede rodar una película con la repetida escena de la típica pareja que vive su amor en un colchón en medio de un piso casi vacío y que empieza a pintar las paredes y terminan jugando y corriendo uno tras otro con las brochas, ¿Cuántas veces han visto esa escena? O el típico atardecer… Si deciden ver esta película vayan descansados, tendrán que soportar casi 15 minutos de introducción de voz en off, que nos acompaña a lo largo de todo el film y que los verdaderos expertos en cine detestan. El cine es cine (arte de lo visual) y para que nos narren una película, leemos la novela, que siempre resulta más estimulante. Lo único que salva el film es los...

UNA PERSONA NORMAL DE HOY EN DIA

ES UNA PERSONA NORMAL de hoy en día, de las que desayuna un café y unas tostadas, que avanza con su coche por las carreteras mojadas al unísono que su radio. Que saluda en el trabajo con unos "buenos días", y se despide con un "hasta mañana". De esas que al llegar a su casa enciende la televisión y oye las noticias ajenas a su vida, que calienta la comida ya hecha, raspa el vaso del yogurt que ha terminado de tomar, y fuma un cigarrillo mientras observa al vecino que desprende las hojas secas de los geranios. De esas personas normales que guarda silencio para no opinar de forma diferente en las tertulias multitudinarias. De esas personas normales que no suelen faltar al gimnasio por las tardes, que toma una cerveza para compensar la fatiga y le encanta conversar con el compañero de la barra...

UNA PERSONA NORMAL DE HOY EN DIA

ES UNA PERSONA NORMAL de hoy en día, de las que desayuna un café y unas tostadas, que avanza con su coche por las carreteras mojadas al unísono que su radio, que saluda en el trabajo con unos "buenos días" y se despide con un "hasta mañana". De esas que al llegar a su casa enciende el televisor para saber de las noticias ajenas a su vida, calienta la comida ya hecha, raspa el vaso del yogurt que ha terminado de tomar y fuma un cigarrillo mientras observa al vecino que desprende las hojas secas de los geranios. De esas personas normales que guarda silencio para no opinar de forma diferente en las tertulias multitudinarias en las que los expertos saben menos que ella. De esas que no suele faltar al gimnasio por las tardes, que toma una cerveza para compensar la fatiga y le encanta conversar...

miércoles, 4 de marzo de 2009

En buenas Manos

Paseaban. Caminaban en silencio, uno junto al otro como lo hacían cada tarde, en negociado silencio sin contrato y sin reproches. Y apareció aquel coche que los separó bruscamente y se llevó de su lado a su marido y lo empotró contra el muro de la acera de enfrente.La mujer corrió a su lado a mancharse de su sangre, a compartir y regalarle una porción de su vida. Un ataque de histeria oxidaba su interior, mientras le susurraba a su marido con voz radiofónica que todo saldría bien. La ambulancia está en camino, escucha de fondo. Ahora los minutos no duraban sesenta segundos tratando de dar calor a una mano que empezaba a ser desconocida. El gris de la tarde se transformó en ámbar intermitente, giros y giros de la luz de la sirena, llegó la ambulancia,...

En buenas Manos

Paseaban. Caminaban en silencio, uno junto al otro como lo hacían cada tarde, en negociado silencio sin contrato y sin reproches. Y apareció aquel coche que los separó bruscamente y se llevó de su lado a su marido y lo empotró contra el muro de la acera de enfrente.La mujer corrió a su lado a mancharse de su sangre, a compartir y regalarle una porción de su vida. Un ataque de histeria oxidaba su interior, mientras le susurraba a su marido con voz radiofónica que todo saldría bien. La ambulancia está en camino, escucha de fondo. Ahora los minutos no duraban sesenta segundos tratando de dar calor a una mano que empezaba a ser desconocida. El gris de la tarde se transformó en ámbar intermitente, giros y giros de la luz de la sirena, llegó la ambulancia,...

martes, 3 de marzo de 2009

Bukowski

(...). Escribir nunca me ha costado trabajo. Que yo recuerde, siempre ha sido así: buscar una emisora de música clásica en la radio, encender un cigarrillo o un puro, abrir la botella. La máquina de escribir hacía el resto. Lo único que yo tenía que hacer era estar allí. Todo el proceso me permitía continuar cuando la vida en sí misma ofrecía muy poco, cuando la vida en sí misma ofrecía un espectáculo terrorífico. Siempre estaba la máquina de escribir para calmarme, para hablarme, para entretenerme, para salvarme el culo. Esencialmente era eso por lo que escribía: para salvarme el culo, para salvarme del manicomio, de las calles, de mí mismo. (...)Fragmento de Hollywood(1989). Charles Bukowski...

Bukowski

(...). Escribir nunca me ha costado trabajo. Que yo recuerde, siempre ha sido así: buscar una emisora de música clásica en la radio, encender un cigarrillo o un puro, abrir la botella. La máquina de escribir hacía el resto. Lo único que yo tenía que hacer era estar allí. Todo el proceso me permitía continuar cuando la vida en sí misma ofrecía muy poco, cuando la vida en sí misma ofrecía un espectáculo terrorífico. Siempre estaba la máquina de escribir para calmarme, para hablarme, para entretenerme, para salvarme el culo. Esencialmente era eso por lo que escribía: para salvarme el culo, para salvarme del manicomio, de las calles, de mí mismo. (...)Fragmento de Hollywood(1989). Charles Bukowski...

 
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