
Las cuatro obras mencionadas, y que han vendido entre ellas, la nada despreciable cifra de nueve millones de ejemplares (cada ciudadano de Suecia tiene uno de estos cuatro libros en su casa), tienen un denominador común, están escritas en lenguaje de novela negra, sus autores han creado una intrigante atmósfera y una acción delirante, que no solo ha enganchado a los suecos, sino al resto del mundo. Compruébalo en los lineales de ventas de cualquier librería o acércate al Corte Ingles y ya me dirás.