sábado, 13 de junio de 2009

No importas a nadie

Desatornilló su vida

y acudieron como carpinteros

trabajadores de bata blanca

montando un circo,

susurrándole lo maravilloso que resultaba vivir.



La volvieron a atornillar,

terminaron su representación,

(cuestión de presupuesto),

turnos de ocho horas,



y con una palmadita le dieron el alta,

de nuevo la pusieron en circulación…

Terminó la función

y descubrió que era solo teatro,

parte del guión. No era protagonista.



No lo pensó,

terminó el trabajo que había iniciado,

se desatornilló por completo.



Texto: Francisco Concepción Alvarez

5 comentarios:

Ana J. dijo...

¿Y en qué consiste ese trabajo que había iniciado?
De una forma u otra, protagonistas o secundarios, todos formamos parte de la función.

amor y libertad dijo...

buena decisión, lo empezado ha de terminarse

Ingrid dijo...

Me ha encantado.
Cuántas veces los carpinteros de bata blanca reparamos cortes en las muñecas y hacemos lavados de estómago. No sabemos reparar los tornillos sueltos de la vida que, antes o después, se volverán a caer.

Francisco Concepción dijo...

Estimada Ingrid:
Cuanta duda tenemos (o tengo) cuando escribimos, y que satisfacción se siente cuando interpretan o leen entre líneas el fondo del mensaje tal y como tu lo intentaste lanzar.
Gracias.

Marcos Alonso dijo...

Imagino que al referirte a carpinteros, tratas al personaje como un muñeco de madera, tipo Pinocho, al se le insufla vida. Los médicos le susurran como dandole instrucciones, como si programará ese muñeco, casi robot.
Y el muñeco tiene una visión clara de las cosas, sus propias ideas sobre este circo o sobre esta vida.

Buen texto
Un abrazo

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