Puto bar. Cutre modernidad santa crucera. Dos putitas en el centro de la pista. Jóvenes rubia y castaña enfrentadas. Se miran los zapatos, los tacones, se detestan pero se soportan; juegan a lo mismo en diferentes equipos. Guapas y niñas. Guapos y estúpidos. El maricón de camisa blanca corre tras el negro portero de pinganillo en el oído y pollón entre las piernas. Son amigos.
Me siento bien porque en el retrete un hilo rojo no se resiste a mi chorro. Se desliza hasta el fondo, se hunde y gano yo pero ¿y fuera?… todos siguen jugando y perdiendo. Sólo necesito otro par de cervezas y otro par de meadas.
4 comentarios:
Absolutamente orgánico.
Se puede incluso oler la meada que aún está por llegar.
Creo que me estoy meando...
Esferico querido :
Chequea pronto http://trucosdeeescritor.blogspot.com, porque se viene una catarata de posts que estoy terminando...Yo nunco abandono los blogs simplemente estoy escribiéndolos aparte en base a lo que voy estudiando. Y cuando lo que quiero decir está redondo...¡rueda al blog!
besos y gracias por tu interés y tu ¿fidelidad?
Muy bueno tu blog!
Ana
Eres el cronista de la noche.
Sin entrar en más síntomas, yo le daría más relevancia al hilillo rojo... si es que era tuyo...
Cuídate,
Anabel, la Cuentista
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